Mejoras de acceso en la zona agrícola de San José

Recientemente, el Ayuntamiento de El Sauzal ha concluido las obras de pavimentación y mejora de los accesos a la zona agrícola del barrio sauzalero de San José, con un presupuesto exclusivamente municipal de 27.918,19 euros.El propio alcalde, Mariano Pérez y el concejal de Urbanismo y Agricultura, Daniel Ravelo, han supervisado el estado de las obras en su finalización, junto a varios beneficiarios en esta fértil y extensa zona agrícola de medianías.Las obras realizadas se han llevado a cabo en dos meses y consistieron en el desbroce del camino, la adición de base y sub-base, pavimentación y limpieza. Estos accesos han favorecido consecuentemente a 15 fincas, con una superficie aproximada de 45.004,00m².La vía, según medición en terreno, consta de una longitud total de 414,19 m.l. y de un ancho medio de 2.7 metros de vía, además de un espacio de apartadero cuya principal función es el cambio de sentido de los vehículos. También han favorecido en su pavimentación a las fincas colindantes y a las situadas en el resto de la zona.

El ancho medio de la vía se amplió a 2.7 m. y las entradas a fincas se han rematado de hormigón en masa H-200 chapado por cara superior con laja basáltica. Hecho que facilita notablemente el tránsito y la imagen por el entorno campestre y las frecuentes labores a realizar por los agricultores de dichas propiedades.

El espacio pavimentado se encuentra concretamente en el entorno de las Riquelas, situada en el barrio de San José de El Sauzal, justo en la vertiente norte de la isla de Tenerife, siendo una de las franjas más densamente cultivada de viñedos en el Archipiélago.
Se trata de uno de los lugares más ricos y fértiles de la comarca de Acentejo, con viñedos ubicados entre los 300 y los 500 metros de altitud sobre el nivel del mar y que aprovechan bien el sol y el suelo volcánico sobre el que se desarrollan.
Las plantaciones se encuentran en bancales, en pronunciadas pendientes orientadas al norte y de cara al mar. Los suelos son de color rojizo, ricos en materia orgánica, con escasa proporción de cal y abundante nitrógeno, fósforo y potasio. Sol, brisa y tierra volcánica junto al mar en un clima diverso, benigno y estable, son los ingredientes naturales y únicos, que conjugan la sorprendente personalidad de estos vinos.