Patrimonio Arqueológico Prehispánico

Cueva Viejos 2009 097

Imagen de la Cueva de los Viejos

Lo que hoy conocemos por El Sauzal fue un importante enclave en el Tenerife prehispánico, según las investigaciones realizadas por el fundador del Museo Arqueológico de Tenerife, Luis Diego Cuscoy.

Las zonas costeras fueron los lugares escogidos por los guanches para sus asentamientos como lo demuestran las doce cuevas de habitación halladas hasta ahora por los arqueólogos en este término municipal, en cuyo interior se encontraron fragmentos cerámicos decorados, lanzas largas, tabonas y esferoides de piedra.

Dentro de la Comarca, pasajes como el risco de los Ángeles, la Cueva de los Viejos y el barranco de Cabrera de Acentejo eran otros de los emplazamientos escogidos por los indígenas. Hoy constituyen valiosos yacimientos para los científicos que tratan de rastrear las huellas de nuestros antepasados. Estos asentamientos forman parte del Menceyato de Tacoronte.

Muy cerca de la ermita de los Ángeles, se encuentra la cueva de los Viejos, como tradicionalmente es llamada por las personas más antiguas del Municipio, aunque por su situación también se la conoce como cueva de Los Ángeles.

Está en uno de los acantilados más atractivos de la costa norte, a unos 150 metros sobre el nivel del mar, con una profundidad de 30 metros y al borde de la intersección de las urbanizaciones de Los Ángeles y La Primavera, desde donde se vislumbra la inmensidad del Atlántico, a la altura de la bahía de Los Parrales.

Esta cueva natural, llena de historia, magia y encanto, citada por escritores, como Luis Ortega Abraham, en múltiples libros, formó parte del hogar y refugio de los aborígenes guanches, de los cuales se hallaron restos arqueológicos hoy depositados en el Museo de la Naturaleza y el Hombre. De origen volcánico, era más profunda pero por motivo de los desprendimientos quedó reducida.

Posteriormente, la finca perteneció al parecer a la familia Ascanio Monteverde, y a finales del siglo XIX fue comprada por un matrimonio belga. En la actualidad conserva la figura de dos personas mayores en el fondo de la cueva en regular estado, cuya autoría data de mediados del siglo XVIII. Aún se conservan, aunque no en muy buen estado. Debido a la belleza y singularidad del paraje, se han rodado varias películas en esta famosa cueva que, a pesar del tiempo, conserva la atmósfera misteriosa de un lugar especial que guarda en silencio los recuerdos y las más antiguas leyendas sauzaleras.

EL ENCLAVE ARQUEOLÓGICO SE ENCUENTRA EN PROPIEDAD PRIVADA, POR LO QUE NO SE PERMITEN VISITAS.